viernes, 11 de noviembre de 2011

mi abuelo

Recuerdo como si fuera ayer aquellas mañanas soleadas, bajando la cuesta que llevaba a la herrería. Antes de torcer la última esquina, ya se escuchaban los sonidos metálicos que se producían al golpear el martillo contra el yunque para poner derechas las herraduras que más tarde, mi tío colocaría en los cascos de los caballlos o las yeguas que llegaban a primera hora del día.
Los rayos del sol rozaban mis trenzas recién peinadas y yo las agitaba al viento, contenta, feliz......, con esa felicidad que dan los pocos años vividos. Al cruzar el arco que me llevaba al patio empedrado, divisaba a un hombre bajito, regordete, con poco pelo blanco cubierto con una gorra de visera gris. Siempre estaba ensimismado mirando hacia abajo, manipulando entre sus manos largas varas de cañas y eneas con las que fabricaba cestos de todos los tamaños.
En las paredes del patio colgaban pequeños cepos para los ratones. Mientras,  la fragua chisporroteaba en tonos rojos, naranjas, azules....y yo me arrimaba a ver como saltaban las chispas, con cuidado de no quemarme "como me decía mi tío".
Daba tres vueltas, cuatro o cinco, mirando el trabajo de mi abuelo y él levantaba la vista al verme acercarme y me decía con una sonrisa...." esta cestita va ser para meter los huevecitos que ponen las gallinitas y va a ser para tí ". Yo me arrimaba más a él y lo abrazaba y besaba y le decía "abuelito cuanto te quiero".
Este ritual era casi a diario, pero conforme me iba haciendo mayor las visitas a la herrería se fueron distanciando. Solo iba de vez en cuando, pero las caricias a mi abuelo no decayeron nunca. El último verano que pasé en el pueblo me despedí de él con un beso "hasta el año que viene abuelo"....Ese año llegó, pero él ya no estaba sentado en el patio de la herrería haciendo cestos ni en el poyete de la casa esperando mi llegada.

2 comentarios:

María Rodríguez dijo...

Que bonitoo, me he emocionado y todo

Verdial dijo...

Este blog promete mucho. Tus letras están llenas de ternura y emotividad, felicitaciones y ánimo para continuarlo.

Un abrazo